En los comienzos el estadio de San Martín era muy precario, apenas tenía arcos y las líneas de cal. En 1916 cuando comenzó a disputar torneos oficiales cambió de cancha al Gimnasio Sáenz Peña, ubicado en Avenida Alem y Rondeau, donde actualmente tiene su sede el Club Central Córdoba y a fines de la década se mudaron nuevamente al Gimnasio del Sport. Ubicado en Avenida Sarmiento y Laprida, una cancha sin cerca olímpica. Los encuentros eran seguidos con atención por los aficionados que parados ordenadamente al costado del campo de juego, no se perdían detalle de cada jugada. El órden sólo se alteraba con un gol, una jugada de riesgo, o algún fallo discutible. Entonces entraban en acción los efectivos policiales o unos personajes que conformaban la familia popular del fútbol de aquella época y actuaban como eficaces colaboradores del árbitro al evitar cualquier roce entre el público y los jugadores.
El título logrado en 1919, cuando se organizó el primer campeonato por la Federación Tucumana de Fútbol, colaboró en gran medida al crecimiento de la popularidad.
El 19 de mayo de 1922 se aprobó el proyecto del estadio propio y en septiembre de ese año se inició la colocación de acciones para el financiamiento de la obra. En diciembre, una asamblea general dio el visto bueno para la compra de un terreno que costaba $ 30.300. Finalmente fue inaugurado en julio de 1925. Pero por crisis económicas en 1929 el club se ve obligado a vender los terrenos.
En el 1932 se recibieron donaciones de otros terrenos en el barrio de La Ciudadela donde se sitúa el actual estadio.
En el año 1955 la Comisión Directiva que por entonces regía los destinos de la institución afrontó la responsabilidad de proceder a la demolición de la vieja tribuna metálica que, ubicada en el sector central, lado oeste del estadio, hacía las veces de oficial o tribuna para los socios. Unos meses más tarde ya mostraban su porte imponente las 33 columnas de elevada altura que servirían de base para lo que en la actualidad es la tribuna de plateas centrales. Nuevas tribunas oficiales sobre el sector noroeste, ampliación de las populares que dan a calle Bolívar, cabinas para el periodismo, la construcción de 800 butacas, modernos vestuarios para los equipos y árbitros, sanitarios, enfermería y otras obras sirvieron para demostrar a propios y extraños que San Martín crecía cada día un poco más y ya por esos años era motivo de orgullo para el deporte tucumano.
Durante la presidencia del Sr. Ernesto García Soaje San Martín creció a pasos agigantados y sobre todo en lo que a obras en el estadio se refiere, llevándose se capacidad de 12.000 personas a 22.000 a fines de 1968. Este hecho permitía por su comodidad lograr una mayor concurrencia de espectadores y por ende que las recaudaciones fueran aumentando permanentemente.
En noche del 25 de octubre de 1968 se presentaba en La Ciudadela el primer equipo de San Lorenzo de Almagro. Esa noche, antes del choque futbolístico entre los dos "santos" se cumpliría un acto que tuvo contornos de honda emoción. Otro de los grandes sueños se hizo realidad: la iluminación del estadio. El R.P. Amado Dip procedió a bendecir las instalaciones de la nueva iluminación y la Banda del Regimiento 19 de Infantería, entre la ovación de la multitud, ponía más brillo aún a la magnífica fiesta que en esos momentos estaba viviendo el barrio. El humo y el colorido de los fuegos artificiales, las banderas que ondeaban en las tribunas y los bombos acompañando los cánticos de la hinchada, ponían su nota emotiva.
Desde el instante mismo en que el Ingeniero Natalio Mirkin asumía la presidencia del club en 1973 se comprometió a continuar los ambiciosos planes tendientes a dotar al estadio de mayores comodidades. Es así que se decide encarar la ampliación de las tribunas populares sobre calles Rondeau y Avenida Pellegrini y, en agosto de 1976, se inaugura la ampliación sobre el sector sur que daban cabida a 3.500 personas, con lo que el estadio tenía ya una capacidad de 25.500 espectadores. Unos meses más tarde, mayo de 1977, se habilita la ampliación de la tribuna que da espalda a la Avenida Pellegrini para 5.000 espectadores más, lo que hizo ascender la capacidad del estadio a 30.500 aficionados, número que se mantuvo hasta nuestros días.
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